sábado, 7 de octubre de 2017

Día 57

Mientras escucho música tranquila intento rescatar del mar de la memoria un pensamiento que tuve hoy, quizás mientras venía a casa en el quince, quizás antes. Inútilmente trato de recordar que fue lo que apunté mentalmente en mi cabeza para desarrollar más tarde. Y así transcurren unos minutos, unos instantes hasta que un nuevo pensamiento me atrapa y me pierdo nuevamente en la nebulosa. Se escuchan estruendos en Boedo, no se sabe si son disparos o fuegos artificiales. Drexler sigue cantando y yo renuncio a recuperar mi memoria. Quien sabe, quizás la idea vuelva mañana después del sueño. O quizás se haya perdido para siempre en el depósito de mis recuerdos perdidos. Siempre o casi siempre llevo mi libreta roja. A anotar la próxima con celeridad.

2 comentarios:

  1. Me suele pasar con bastante frecuencia. Mi mente divaga con tanta rapidez que se me escapan los pensamientos. Debería hacerme de una libreta salvadora yo también.

    ResponderEliminar
  2. Si! Una excelente idea! Siempre viene bien tener una libreta a mano. :)

    ResponderEliminar