lunes, 25 de septiembre de 2017

Dia 55

Hoy la deje. Desnuda la vi,despojada, vacía. Toda ella, amplia y enorme me saludo y quizás yo también la salude. Estaba muda mientras nosotros íbamos y veníamos por ella. En silencio me despedí, me juré que sería la última vez. Ella asentía y las dos sabíamos que no nos volveríamos a abrazar la una a la otra. En bolsas negras sacamos a la vereda los libros , sus hijos. Ella tenía lágrimas en los ojos ,pena en sus muros, dolor en la ventana. Yo con el alma endurecida mire el librito de Paul Klee con su firma . Todos los libros, casi todos, tenian su firma. Su trazo negro en tinta que me parecía decir 'tenaz' pero que era su nombre y su apellido. El no está más en estas paredes , no está más en sus libros. No está más aquí . Moriría de pena si los viera, en el cordón de la vereda desamparados y regalados al viento. -Volvería a morir - nos dijimos. Pero yo sé que no, que en algún lugar, donde los idiomas ya no existen y donde la música es el lenguaje del alma, el aprueba, quizás, esta entrega. Yo te deje, diez años después, te ofrecí, te vendi, te repartí y te deje. Vos me albergaste, me cuidaste, quizás me mataste un poco, un poquito nada más , mi casa.


 Buenos Aires, 9 de septiembre de 2017.

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