Acá estamos. Comenzando el año número dosmildiecisiete. Y escribiendo. Sobre qué. (Alguien estornuda) Sobre la vida, sobre lo que acontece. Quizás sea bueno empezar el año escribiendo. O re-escribiendo. No importa, dejar volar los pensamientos, la mente, y que las yemas de los dedos sobre el teclado golpeen cálidamente -en este muy cálido día- para que fluya lo que tenga que fluir. Porque estamos vivos. O eso creemos mientras bebemos, nos alimentamos, hacemos el amor, conversamos, cocinamos, hablamos, escribimos.
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