Ahora ya paso de moda
lo de la cruz. Bueno no. Las de plata, oro y brillantes no. Las joyas, nunca
pasan de moda. Pero en esta cultura light, en esta cultura de mierda que
vivimos, la cruz fue. Ahora es y presten mucha atención a lo que voy a decir: mochila.
Todos cargamos nuestra mochila. Todos llevamos a cuestas una mochila. Y
personalmente las prefiero a las carteras ya que ahí entran más cosas. Voy y
vengo con mi mochila pero claro. “No está bien visto”. De todas maneras al
final cualquiera que te quiere dar unas palabras de aliento recurre al término.
Lo observo cada vez con más frecuencia. Es increíble la facilidad con que sale
de la boca de los sabios. Es que claro que suena mejor, ¿no? Pensemos: Cruz,
cruz, cruz. Y ahora practiquemos: Mochila, Mochila, Mochila. Si. Va
bien. Es más cool. Tiene menos peso histórico. Menos peso cultural. Menos peso
religioso. Menos peso. Es flaca, bien flaca. Implica aventura, descubrimiento,
exploración. Si. Creo que comprendo a los modernos teólogos de hoy. Tanto que
hasta yo me lo creo. Me lo repito y me convenzo a mi misma de que así suena
mejor. Y entonces viene la parte clave y fundamental de todo esto. La
aceptación. Embrace life. Embrace hardships.
Es tan fácil.
¿No te parece?
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