martes, 20 de febrero de 2018

Día 83

Y llegó la hora. De volver, de arrancar, de volcar nuevamente las energías en el trabajo. Las vacaciones me cargaron de pilas, de ímpetu y finalmente después de brindar tantos buenos momentos, terminaron. Volví a encontrarme con viejos compañeros de trabajo, con nuevos, con los de siempre. Pinta un año intenso de mucho trabajo -¡gracias a dios!-, así que ahí estoy, en la gatera, definiendo horarios, dando alguna clase, yendo y viniendo. A no perder de vista los proyectos para este año, ya con algunas cosas encaminadas, falta no perder el impulso y seguir metiéndole hacía adelante. ¿Qué me deparará este año? Me lo pregunto una y otra vez y todas las veces la respuesta es un poco la misma, habrá que vivir cada día sin dejar de planificar para el siguiente, con objetivos a largo plazo pero siempre viviendo el momento presente a fondo, sin distraerse. 


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