Bueno. Acá estamos. Llegaron los días, llegó el día de volver. Es difícil salir de la modorra, de la bella costumbre de no tener horarios, de esa sensación generalizada de bienestar de dulce paz, de felicidad que sabemos transitoria. Pienso que no quiero repetir "temas" que quiero escribir sobre algo nuevo cada vez o al menos si no nuevo, novedoso. Pero lamentablemente, como creo que dijo Borges, no hay más que tres temas, amor, muerte y viajes. Y supongo que es así al final, es acotada la lista de cosas que nos ocupan y preocupan. Las que nos inspiran. Quisiera no dejar que la cotidianidad del trabajo y de mis obligaciones me impidan sentarme frente a la pantalla y escribir. Escribir en mi libreta roja, de hojas lisas, escribir en una servilleta, en mi cabeza, escribir donde pueda. ¿Sobre qué ? Lo que sea, un hecho cualquiera, algo que nos enojó,nos conmovió, algo que nos hizo feliz, un encuentro,una conversación, la lluvia o el sol que después de varios días se asoma hoy por el patio de casa y que promete bañarnos en su luz para llenarnos de energía y fuerzas para continuar, unas horas, un día más, una jornada más.
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