Ultimo día de vacaciones. Todo lo bueno se termina. Todo acaba alguna vez, pero nos deja un sabor, un perfume, el recuerdo de un verano especial, donde re-conecté con la naturaleza, con el mar y los bosques, con amistades nuevas y también de años. Descansé mucho, pensé mucho, leí poco -qué mal-. Sobre todas las cosas disfruté cada momento y fui muy feliz. Creo que el año comienza ahora verdaderamente, se acabaron las excusas para no hacer dieta, para no cuidarme un poco más, para no cultivar mi cuerpo, la única casa que tenemos al final. Como decíamos con un amigo en estos días, uno está agradecido de tener tantas cosas que da por sentadas y que a veces se olvida de valorar. En una palabra como aquel dicho en inglés que dice: "Count your blessings", es bueno recordarlo cada tanto para saber que es mucho, mucho más de lo que a veces creemos.
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