Zoe tiene un monopatín nuevo. Es rosa y blanco, con rueditas, hermoso. Zoe me lo muestra orgullosa. Va deslizándose hasta la puerta siguiente y vuelve. Está radiante, vestida de rojo. La felicito, le hago todas las fiestas posibles y le digo: "Está genial. ¿Te lo regaló mamá?". (La madre observa nuestra conversación sin intervenir) Me responde: "No, Papá Noel". Que maravillosa que es la infancia. Quien pudiera retornar a esa patria de juegos y fe. Le digo que me encanta su monopatín. "A mi también", me responde. La breve conversación me distrae y cuando llego al Parque con Nela no se si cerré bien la puerta. Nunca estoy segura de cerrar bien. Es una tara constante. Que bendición puede ser la niñez a veces. Quien pudiera regresar a su candor.
lunes, 27 de febrero de 2017
sábado, 25 de febrero de 2017
Día 22
Querés entender pero no podés, en qué punto se torció el
destino, que dos ideas opuestas que no llegan nunca a reconciliarse gobiernan
este mundo, tu mundo, tu país. Qué almas tocadas quien sabe por qué vara consideran injusto que la
otra mitad –más de la mitad- tenga techo, tierra, trabajo y alimento. Qué
corazones duros pueden decir esto y aquello, sin pensar, sin razonar, juzgando
y condenando siempre desde una moral que no comprendés que te es ajena,
incomprensible, extraña. Porque vos sos la otra mitad.
jueves, 23 de febrero de 2017
Día 21
Cada vez me convenzo más. La vida está hecha de momentos. Breves, bellos, dolorosos, efímeros. Momentos. A veces logramos capturarlos con palabras, con imágenes, a veces quedan el corazón como recuerdos, hermoseados o afeados según la memoria caprichosa y azarosa que los moldea a su antojo. Recuerdo la sensación de placidez de un domingo cualquiera. Tal vez el pasado. El sol se asomaba desde el patio a la cocina y yo comía uvas. Más tarde saldría con la bici y haría el camino de siempre entre los árboles de Palermo y la música. Quise capturar una melodía el domingo pero la lista de canciones se sucedió y no frené la marcha para ver que canción era la que tanto me gustaba. Hoy jueves, anticipando -amorosa anticipación- el finde largo y escuchando música, escribiendo mientras June descansa estirada cuan larga es a los pies de "nuestra cama". Más música. Y así se van escapando los momentos uno tras otro en desfile constante, mágicos, felices, tristes. Se suceden, a veces se repiten idénticos otras con pequeñas variaciones. Persistentes y frágiles a la vez, algunos nos recuerdan que estamos vivos, que el cielo y también el infierno son estados del alma. Y que todo es hoy, ahora mismo, en este instante, este segundo, una eternidad, nada más.
martes, 21 de febrero de 2017
Día 20
Turnos, médicos, estudios, especificaciones, recomendaciones, el calendario implacable, el reloj, los truenos, la lluvia, las nubes negras, las horas que se escurren, los temas que se repiten, una, y otra, y otra vez.
lunes, 20 de febrero de 2017
Día 19
Gradualmente el tiempo se va dividiendo a si mismo, categorizandose por decirlo de algún modo, las horas comienzan a tener objetos definidos y claros. Las tareas a cumplir asignan identidad a cada día a cada momento otorgándole una característica o idiosincracia. Hoy, terminás tarde. Hoy temprano. Mañana madrugás, este otro día podés dormir un poco más. El seis -si dios quiere- arrancan las clases. Los horarios -tenés que ir a la escuela 3 a arreglar tus horarios- comienzan a definir los días. Todavía no te pusiste el reloj en la muñeca, querés estirarlo lo más posible. Todavía no le ponés la alarma todos los días o la mayoría de los días al reloj despertador de la mesa de luz. El lunes comienza a ser lunes, el martes que le pisa los talones y cuando ya tomamos carrera estamos a miércoles. El jueves y el viernes que transcurren casi como un suspiro y la felicidad del fin de semana de descanso. El bendito sábado y la tranquilidad del domingo. Aún hace calor, aún hay luz suficiente. Y energía para hacerle frente a los avatares de la vida cotidiana.
domingo, 19 de febrero de 2017
Dia 18
Me contacta Juan para vernos. "Reina de la bicicleta". Se compró una bici dice. Quedamos en mensajearnos el fin de semana o mejor dicho quedamos en que yo le escriba cuando esté disponible. Le escribo ayer -creo que estaba un poco aburrida, lo admito- para hacer algo ayer mismo u hoy. "Mañana " me dice. Ok. Me mensajea hoy a las diez de la mañana. A ver si damos una vuelta en bici. Que si paso por su casa. Después de pensarlo diez minutos digo: "Hola mirá la verdad: no. Siempre termino yendo para ese lado". Digo y pienso: ¿tendrá registro este hombre que todas y cada una de las veces que nos vimos fui para su lado, cómodo para el pero incómodo para mi? Esta bien que la distancia no es tanta pero..¿tendrá registro de que la última vez volví bajo la lluvia y no fue capaz de acompañarme a la parada de colectivo menos de darme un paraguas...?!!Evidentemente no. Porque si no no me explico tanta comodidad y tibia insistencia. Creo que hay relaciones que no vale la pena rescatar de nada porque no fueron nada, ni siquiera eso una relación. La verdad como programa de domingo al final prefiero quedarme escuchando Norah Jones en mi recuperada placa de audio de la pc, salir en bici, si me pinta, para el lado que me guste, con mis auriculares y mi musica, disfrutando del dia domingo sola pero no mal acompañada.
jueves, 16 de febrero de 2017
Dia 17
Escucho el adagio del concierto para piano de Mozart número 23 por millonésima vez. Mientras el espíritu se va elevando con la música y la suavidad de los acordes del piano, la mente vuela recordando los eventos de estos días, la vuelta al trabajo, la casa familiar, los visitantes de la casa, Claudia que la muestra, Juan y Ezequiel que después de un mes o más dieron señales de vida, la capacitación en servicio de ayer y antes de ayer, los encuentros con los compañeros de trabajo, Verónica que me reemplazó todos estos meses en la escuela tres y a quien le disgusta que vuelva, conversaciones, diálogos, escenas, Alejandra tan buena que perdió a su hermano, las otras maestras consolándola, la gata que esta en celo y llama a los gatos, la tormenta que amenaza -cuánta lluvia en estos días-, la placa de audio de la computadora que parecía que estaba fallando y que súbitamente se compuso, la mujer que se cayó en la calle ayer atrás mío y que atiné a ayudar un poco, junto con otra gente que se congregó, la situación política, social y económica del país que nos tiene a muchos a mal traer, cada vez más, la vida que fluye incansable hacia adelante, sin pausa, sostenida y constante, empujándome a veces, abrazándome otras, envolviéndome con arte y seduciéndome para que casi ciega, la tome de la mano y avance sin remedio con ella. Adelante, siempre adelante.
(cielo tormentoso en el campo de Jime año 2015)
miércoles, 15 de febrero de 2017
Día 16
Bueno. Acá estamos. Llegaron los días, llegó el día de volver. Es difícil salir de la modorra, de la bella costumbre de no tener horarios, de esa sensación generalizada de bienestar de dulce paz, de felicidad que sabemos transitoria. Pienso que no quiero repetir "temas" que quiero escribir sobre algo nuevo cada vez o al menos si no nuevo, novedoso. Pero lamentablemente, como creo que dijo Borges, no hay más que tres temas, amor, muerte y viajes. Y supongo que es así al final, es acotada la lista de cosas que nos ocupan y preocupan. Las que nos inspiran. Quisiera no dejar que la cotidianidad del trabajo y de mis obligaciones me impidan sentarme frente a la pantalla y escribir. Escribir en mi libreta roja, de hojas lisas, escribir en una servilleta, en mi cabeza, escribir donde pueda. ¿Sobre qué ? Lo que sea, un hecho cualquiera, algo que nos enojó,nos conmovió, algo que nos hizo feliz, un encuentro,una conversación, la lluvia o el sol que después de varios días se asoma hoy por el patio de casa y que promete bañarnos en su luz para llenarnos de energía y fuerzas para continuar, unas horas, un día más, una jornada más.
viernes, 10 de febrero de 2017
Día 15
Ultimo día de vacaciones. Todo lo bueno se termina. Todo acaba alguna vez, pero nos deja un sabor, un perfume, el recuerdo de un verano especial, donde re-conecté con la naturaleza, con el mar y los bosques, con amistades nuevas y también de años. Descansé mucho, pensé mucho, leí poco -qué mal-. Sobre todas las cosas disfruté cada momento y fui muy feliz. Creo que el año comienza ahora verdaderamente, se acabaron las excusas para no hacer dieta, para no cuidarme un poco más, para no cultivar mi cuerpo, la única casa que tenemos al final. Como decíamos con un amigo en estos días, uno está agradecido de tener tantas cosas que da por sentadas y que a veces se olvida de valorar. En una palabra como aquel dicho en inglés que dice: "Count your blessings", es bueno recordarlo cada tanto para saber que es mucho, mucho más de lo que a veces creemos.
jueves, 9 de febrero de 2017
Día 14
Dia 14. (Observo que este blog tiene muchas fotos. Creo que me gusta tomarlas con el celular.)
Estuve cinco dias afuera de Buenos Aires descansando en la playa en un lugar cerca de Mar de Ajó que se llama Nueva Atlantis. No se dónde leí que por lo menos una vez al año hay que viajar a un lugar a donde no se haya estado nunca. No se bien por qué debería ser así pero ya va el segundo año que conozco una playa diferente, con una compañera de viaje, una amiga, diferente. Quizás esto tenga que ver con abandonar la zona de confort expresión tan de moda por estos tiempos. No lo sé. El caso es que me gusta mucho viajar, conocer nuevos lugares, diferentes paisajes y climas. También personas que en su diaria convivencia nos enseñan tanto sobre ellas y sobre nosotros mismos. Porque la verdad sea dicha convivir con un otro no es fácil, uno muchas veces lo hace -lo hacen las distintas partes- a expensas de su propio espacio, sus propios deseos y costumbres. Lo cierto es que una vez saltada la valla, limado esas asperezas, se conoce más a la otra persona, nos conocemos más a nosotros mismos.
jueves, 2 de febrero de 2017
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