Leí por ahí una frase que decía algo así como: "No cuentes los días, haz que los días cuenten". La verdad me quedé pensando en este contar días, empecinadamente, tal vez inútilmente, quizás un poco caprichosamente. No por nada en particular, simplemente un día empecé a contarlos, digo, el número es algo completamente relativo en este caso, han transcurrido más de cien días desde que abrí el blog. Simplemente decidí organizar el registro de los días que de algún modo quedan plasmados en un relato o foto, con el número. Los números son un poco mágicos, esa serialidad y esa lógica ascendente -o descendente- me fascinan aunque soy mala, malísima para las matemáticas. También podría elegir palabras o frases pero bueno, quedaron los números, para contarlos, para diferenciarlos. No sé de todas maneras si tendrá sentido seguir. Mientras tanto, queda así, el día 101. Ja, ja. Que fácil me dejo llevar por unas palabras leídas al azar. Es que una va cambiando, mutando, constantemente. Hasta cambiaría el nombre del blog, su diseño, su apariencia. O quizás por qué no, lo borraría de la faz de internet. Pero no, acá sigo. Y mientras tanto, pienso, reflexiono y comparto. Qué se yo. Porque sí, porque me gusta, porque me hace bien, y porque acá estoy, existiendo, persistiendo, viviendo, un día más.
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