Se suceden los días unos a otros y mágicamente van adquiriendo significado en distintas actividades que llevo a cabo. El contacto con otros es crucial, ese vincularse con amigos, conocidos, familiares. Algunos en particular pueblan mis días, los habitan, los llenan de significado y eso me hace feliz. Y es esa suerte de felicidad la que posibilita el movimiento y la creación. No digo que la melancolía no lo haga del mismo modo, pero puestas a elegir, prefiero la bonhomía, la felicidad, la alegría, y el buen corazón de algunas personas, que me prestan un poco de su energía para transformarla en acto, y compartiéndola, multiplicar la belleza y el placer. Dejo fotos de algunas de las cosas que estuve haciendo estos días, asistir como oyente a lecturas de poesía -maravillosa conjunción de la voz con el texto escrito-, venta de libros ambulante, talleres y sesiones de tango en la calle y un par de cosas más.
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